“La base de la desigualdad en América Latina
es la exclusión del sistema educativo”
Por Carlos Fuentes
La educación se ha convertido en la base de la
productividad. Entramos al siglo XXI con una evidencia: El crecimiento
económico depende de la calidad de la información y ésta de la calidad de la
educación. El lugar privilegiado de la modernidad económica lo ocupan los
creadores y productores de información, más que de productos materiales. Cine,
televisión, casetes, las industrias de la telecomunicación y las productoras de
los instrumentos y equipos procesadores de información están hoy en el centro
de la vida económica global. Los ricos de antaño producían acero (Carnegie,
Krupp, Manchester). Los ricos de hogaño producen equipos electrónicos (Bill
Gates, Sony, Silicon Valley). Esto es cierto y por eso hay que contrastarlo con
los hechos. El abismo de la pobreza en los países del llamado tercer
mundo se traduce en niveles decrecientes de educación.