Observatorio de
Opinión Pública
Instituto de Ciencias
Sociales
Universidad Argentina
de la Empresa (UADE)
1. Introducción
En las últimas décadas, numerosas investigaciones promovidas
por la ONU, la OMS y el Consejo de Europa, en conjunto con diversas ONG´s,
universidades y redes de ayuda de mujeres en todo el mundo, han echado luz
sobre la temática de la violencia de género, previamente poco estudiada. El
aumento de información ha permitido detectar y hacer visibles múltiples tipos
de abuso que sufren algunas mujeres al interior de las relaciones
heterosexuales.
Al respecto, la teoría feminista ha modificado en los
últimos años el modo en que son percibidas las relaciones entre hombres y
mujeres al identificar a la violencia sexual como un fenómeno que mantiene la
subordinación femenina. El origen de esta problemática parece encontrarse en
una rígida diferenciación entre los roles tradicionalmente atribuidos a ambos
géneros y a la posición de inferioridad que la mujer ha ocupado históricamente
respecto del hombre.
En su artículo primero, la Declaración de Naciones Unidas
sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, de 1993, define la
violencia contra las mujeres como «todo acto de violencia basado en la
pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o
sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, incluidas las amenazas
de tales actos, la coerción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si
se producen en la vida pública como en la privada».
En Argentina, la ley 26.485 sancionada en marzo de 2009
define a la violencia contra la mujer como "toda conducta, acción u
omisión, que de manera directa o indirecta, tanto en el ámbito público como en
el privado, basada en una relación desigual de poder, afecte su vida, libertad,
dignidad, integridad física, psicológica, sexual, económica o patrimonial, como
así también su seguridad personal. Quedan comprendidas las perpetradas desde el
Estado o por sus agentes. Se considera violencia indirecta, a los efectos de la
presente ley, toda conducta, acción u omisión, disposición, criterio o práctica
discriminatoria que ponga a la mujer en desventaja con respecto al varón” .
Considerando el problema desde un punto de vista histórico,
el concepto de violencia de género ha sido primariamente relacionado con la
violencia ejercida contra la mujer. Son
las mujeres las que reportan una mayor cantidad de problemas de salud asociados
a hechos de violencia. Sin embargo, la violencia de género no se encuentra
vinculada de manera exclusiva con la mujer. Dado que el incremento de denuncias
de hombres contra mujeres se trata de un hecho novedoso, existe muy poca
investigación al respecto. Si bien los registros siguen mostrando una mayor
violencia en contra de las mujeres, puede detectarse, en los últimos años, un
aumento de casos inversos. Al respecto, el Instituto Nacional de Justicia y el
Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos realizaron, en
2005, un cálculo aproximado que indica una proporción cercana al 76.5% de
mujeres maltratadas frente a un 23.5% de hombres agredidos. La duda respecto de
este tipo cifras radica en el hecho de que, dado que los hombres tienen menor
credibilidad social en tanto que víctimas, es probable que denuncien incluso
menos que las mujeres.
De uno u otro modo, los hechos de violencia de género que
han tenido lugar en los últimos años y de manera creciente en Argentina y en el
resto del mundo confirman la relevancia y urgencia del tema, y la necesidad de
continuar investigando la problemática.
2. Principales
Resultados
Experiencias propias
• Un 78% de
los encuestados afirma no haber sido víctima de violencia de género; un 12%
afirma haber sido víctima en un nivel solamente emocional; un 8% haberlo en un
nivel físico y emocional; y un 2% en un nivel únicamente físico.
• Las
personas separadas o divorciadas afirman, en mayor medida, haber sido víctimas de
violencia de género en un nivel emocional.
• En el
hipotético caso de que fueran víctimas de violencia de género, el 37% de las
personas buscaría ayuda en familiares o amigos; el 16%, en la policía; y el
13%, en organismos estatales. Esta distribución es similar en hombres y
mujeres.
Vinculación con
víctimas
• El 46% de
los encuestados sostiene conocer a alguien que ha sido víctima de violencia de
género.
• Las
mujeres tienden a conocer, de manera directa, a más personas que han sido
víctimas de violencia de género que los hombres.
Posiciones sobre
el tema
a. Culpabilidad
• El 52%
considera tanto al hombre como a la mujer culpables de la violencia de género;
el 33% cree que los hombres son más culpables que las mujeres.
• A mayor
edad, mayor propensión a considerar que tanto el hombre como la mujer son
culpables en casos de violencia de género; conforme disminuye la edad, tiende a
considerarse más culpables a los hombres.
• A mayor
nivel educativo, mayor tendencia a no diferenciar culpables en los casos de
violencia de género; a menor nivel educativo, mayor diferenciación, en
particular, mayor culpabilidad asociada a los hombres.
b. Continuidad de las relaciones con violencia
de género
• El 36%
considera que una mujer que continúa una relación con un hombre que la lastima
físicamente lo hace porque no tiene la autoestima suficiente; el 20% cree que
se debe al temor a enfurecerlo aun más.
• A mayor
nivel educativo, mayor tendencia a considerar que la razón por la que una mujer
continúa en pareja con un agresor es que no tiene la autoestima suficiente.
• A menor
edad, mayor tendencia a considerar que la razón por la que una mujer continúa
una relación con un hombre que la lastima físicamente es que tiene temor a
enfurecerlo aun más.
c. Otras consideraciones
• Un 52%
cree que cualquier mujer puede estar expuesta a violencia de género, sin
importar el nivel educativo o los recursos económicos; un 21%, que aquellas
mujeres con personalidades dependientes tienen mayor probabilidad de ser
víctimas.
• El 75%
cree que el hombre que fue violento en el pasado tenderá a repetir su conducta
en el futuro. A mayor nivel educativo, mayor tendencia a considerarlo como algo
más probable.
• El 60%
piensa que la violencia de género afecta negativamente a los hijos, tanto en el
presente como en el futuro. Esta respuesta no varía si la persona tiene hijos.
• El 45%
cree que un hombre puede ser víctima de violencia de género, tanto a nivel
físico como emocional; el 34%, que solo puede ser víctima en un nivel emocional.
4. Ficha Técnica
Trabajo de Campo
16 de noviembre de 2012
Sistema de Consulta
a. Técnica de Relevamiento
Relevamiento telefónico IVR desarrollado bajo normas de
calidad ISO 9001:2000.
b. Instrumento de Recolección
Cuestionario de preguntas cerradas con opción de respuesta
única.
Diseño Muestral
a. Población Objetivo
Todas las personas mayores de 18 años que residen en forma
habitual en los hogares y viviendas ubicadas en el Área Metropolitana de Buenos
Aires.
b. Marco Muestral
Guía telefónica nacional.
c. Tamaño de la Muestra y Errores Muéstrales
1.200 casos (respetando la proporción de casos de CABA y
GBA), lo que corresponde a un 2,8% error, calculado considerando una varianza máxima
(p=0,5 y q=0,5) y un Nivel de Confianza de 95%.
d. Tipo de Muestreo
Probabilístico. Estratificado en CABA, GBA1 y GBA2. Con
reemplazo.
Ponderación de los
Datos Muestrales
Con el objeto de asignar a los elementos muestrales los
pesos proporcionales a los pesos poblacionales se realizó un proceso de
ponderación en base a los datos del CENSO 2001 actualizados con los datos de la
EPH. Se tuvieron en cuenta las siguientes variables:
• Población
total de localidades seleccionadas
• Sexo del
entrevistado
• Edad (en
grupos de edad)
• Máximo
nivel educativo del entrevistado
• Tipo de
cobertura médica (obra social, medicina prepaga y hospital público)
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